Las áreas públicas para autocaravanas proporcionan a los autocaravanistas, por su ubicación y servicios , una gran comodidad y seguridad mientras viajan mientras descubren nuevos destinos. Para las zonas que cuentan con estos espacios, su llegada genera interesantes ingresos turísticos y de restauración para la economía local.
Sin embargo, sucede con demasiada frecuencia que se abusa de estas instalaciones dañando la imagen de todo el autocaravanismo, generando un desencuentro entre las autoridades locales, que llegan a legislar contra la norma, los habitantes, que ven cómo se degradan las instalaciones y por supuesto a los usuarios que tratan el área con respeto cumpliendo las ordenanzas municipales.
El abuso se refiere principalmente a áreas públicas gratuitas, pero también a menudo se trata de áreas privadas de autocaravanas.
Estancias prolongadas
Un problema muy común que afecta principalmente a las áreas de autocaravanas públicas es la estancia prolongada de los viajeros que no respetan el límite máximo que suelen reglar los ayuntamientos. Esto ocasiona una falta de disponibilidad de plazas para otros viajeros que quieran utilizar las instalaciones. En algunos casos, hay autocaravanistas que pueden incluso establecer una residencia casi permanente en el área , causando malestar en la comunidad local y al medio ambiente. También puede llevar a una ocupación más allá de lo permitido, lo que ocasiona una fuente de problemas de seguridad.
Abuso de las instalaciones
La falta de respeto por las instalaciones por parte de algunos viajeros es otra de las situaciones que más preocupan a los gestores de las áreas gratuitas. Esto puede incluir tirar basura fuera de los contenedores, verter desechos de manera inapropiada o usar las instalaciones para tareas que van más allá de su propósito previsto. Por ejemplo, algunos viajeros pueden usar el área de autocaravanas para lavar sus vehículos, lo que resulta en un excesivo consumo de agua y, a menudo, deja las instalaciones sucias y descuidadas.
Si el área cuenta con instalaciones sanitarias y éstas has sufrido un mal uso, el personal de mantenimiento de los ayuntamientos si no son advertidos del problema tardarán en repararlas lo que deteriora aun más estos espacios aumentando el rechazo local a este tipo de turismo.
Estacionar o acampar
Estos dos términos no admiten confusión y en la mayoría de áreas públicas se prohibe expresamente acampar abriendo el toldo o colocando sillas y mesas. Tal comportamiento no solo es incompatible con el propósito previsto del área de autocaravanas y campers, sino que ocupa un espacio extra que afecta a otros viajeros lo que suele ser objeto de discusiones entre los propios usuarios.
¿Cómo pueden los gestores mitigar el abuso en las áreas públicas de autocaravanas?
Para moderar estos problemas, es crucial que las autoridades responsables hagan cumplir estas reglas y regulaciones garantizando que las instalaciones se mantengan de manera segura y sostenible. Pero en la práctica esto puede ser muy difícil si el área no está bajo vigilancia constante aparte del aumento de costes que originaría.
¿Cómo Camprea.org permite a las autoridades solucionar estos problemas ?
Con Camprea, se pide a los usuarios que registren su estancia en una aplicación online gratuita a la que acceden simplemente escaneando el código QR en el panel de información físico de la entrada. Si el área de autocaravanas no es gratuita pueden pagar su estancia en la misma aplicación. Esta informa y recuerda a los usuarios en su propio idioma sobre las reglas del área y proporciona información sobre eventos o actividades locales como excursiones de senderismo. Se pedirá a los usuarios que respeten los límites de tiempo para su estancia y también tienen la posibilidad de informar de los problemas que puedan descubrir, como un grifo roto. Cuando hay instalaciones que permitan reservas de plaza, se pueden bloquear y la aplicación Camprea proporcionará a los visitantes registrados el código de acceso.
Se ha comprobado que el registro, la información y los recordatorios tienen un impacto importante en el comportamiento de los usuarios de las áreas de autocaravanas. Las encuestas a usuarios reales muestran que los viajeros en autocaravanas se sienten más seguros, más inclinados a respetar las reglas y recurrir a la economía local. La población también se sienten más seguros sabiendo que hay algún tipo de registro de los viajeros en su vecindario. Las autoridades están mejor informadas sobre el uso del área de autocaravanas y los problemas que puedan surgir.
A los usuarios no registrados se les puede denegar tanto el acceso a las instalaciones como a otros servicios del área como duchas, baños, agua potable o contenedores de basura.
Todos estos beneficios estarán a su alcance con el único requisito de instalar en su panel de información un código QR que pondrá todo el tráfico de información que genere el área en su conocimiento.
Conclusión
En conclusión, las áreas públicas para autocaravanas a menudo representan un desafío para las autoridades locales debido al abuso y la falta de herramientas para impedirlo. Al hacer observar a los usuarios a ser respetuosos con las instalaciones, seguir las pautas y condiciones de las áreas, los ayuntamientos y las comunidades autónomas pueden garantizar la longevidad y la sostenibilidad de las áreas públicas de autocaravanas y los beneficios del turismo de autocaravanas en su región.
